sâmbătă, 5 ianuarie 2013

Capitulo 4


Capitulo 4

Lo veo venir una vez mas. ¿Pero que bicho le habra picado?. Indio, salvaje. ¿Habrá alguna feromona en el aire de la mañana que lo hace actuar de esta forma? Quizas haya algún ritual que le impida no abofetearme justo entre el café y las tostadas, o de alguna forma se ha enterado que sin su bofetada salvaje no puedo ponerme a escribir, que no puedo comenzar mi día sin sentir su golpe seco, cálido, la sangre que se agolpa en mi cara. De todos modos debería salir y decirle gracias.

El cuervo

Me sigue una bandada de cuervos a donde quiera que voy, pero hay uno muy particular, casi azulado que me agarra del cuello y a veces... me aprieta... y me aprieta fuerte, yo por dentro pienso, mientras voy en el tren, "Que carajo tengo que estos cuervos me siguen a todos lados?" La respuesta es siempre el frío andar de ruedas sobre rieles, ese sonido chirriante, a veces cuando ya hastiado de su presencia, veo abrirse las puertas y al otro lado el andén, intento dejarlos atras, al otro lado de mi vida, mas de una vez he pateado alguno, sin embargo, parecen sufrir una metaformosis, una desintegración en el aire y una vuelta a armarse: REDEFINICION DE SU SER... en cuestión de segundos, casi como esas propagandas de comida al microondas, tus papas fritas, fritas en un minuto, JA!, MENTIRA!, otras veces los miro a los ojos y con un gesto los increpo, los insto a que me revelen su alma, a que me digan por que, y sobre todo cuando, por lo general la respuesta es nada, a veces algun que otro quejido mohoso, pero casi siempre nada, y es en momentos de inquietud cuando realmente veo, puedo vislumbrar entre tantas plumas que en realidad los necesito, y el para que se aparece como arte de magia, ilusiones berretas de mago de fin de semana y otra vez la respuesta se ma hace IMPOSIBLE porque cada vez que les pregunto la respuesta es nada.

Artes combinadas


- Gonzalez, digame... ¿que piensa de esta situación?-
- Una reverenda mierda, si se me permite ser tan franco... -
- ¿Usted Ramirez?-
- Casi igual que Gonzalez a excepción de una cosa -
- Díga usted...-
- Aquellas manos del fondo deberían estar puestas sobre aquel baúl de caoba y no sobre el muslo de esa señorita, lo cual me parece impropio.-
- Excelente... ya casi estamos entonces. Vaya al fondo y pongalas donde dijo. -

El sargento miraba complacido su obra casi completa. Ramirez no lograban entender del todo bien pero sucumbía ante las exigencias de su superior. A Gonzalez le importaba un pepino.

- Ahí esta, va bien... Revisen todo una vez más, no quiero llamar al Coronel y llevarme una ingrata sorpresa... Todo debe estar PERFECTO.-
- Sargento, no logro entender aún cual es el fin de este espectaculo tan aberrante- dijo Ramirez indignado.
- Comprenderlo no es una de sus funciones, mi amiguito... -
- Pero es que... ¿porque tantos muertos? digo... ¿eran necesario taaaaaaaaaaaantos cuerpos para llegar a horrorizar a un eventual espectador? ¿No le parece que con uno o dos era suficiente?-

Gonzalez, saboreaba mientras tanto una manzana, sentado comodamente sobre un cajón de madera.

- Es que no logra vislumbrar aún la monumentalidad de la obra, y SI... eran necesarios tantos cadáveres, para lograr esa sensación de excremento esparcido por las calles, esa peculiaridad estética que busca nuestro Coronel... ¿de que otra forma sino?-
- ¿Que tal con excremento?- dijo timidamente Ramirez.
- mmm... ehmmm... ¡MAGNIFICA IDEA! ¡Gonzalez! Vaya, vacíe 2 letrinas y traiga el balde lleno de la mierda mas repugnante que encuentre.-
- De acuerdo... -

Gonzalez se levantó de golpe de su asiento y salió trotando torpemente, moviendo sus brazos con un swing irrisorio.

- ¿Asi que a toda esta podredumbre le vamos a hechar mierda encima?-
- ¡Por supuesto! queremos impresionar... ¿o no?
- Si usted lo dice...-

Volvió Gonzalez al cabo de diez minutos con dos baldes chorreantes que parecían deshacerse en la arena. Los colocó frente a Ramirez y fue en busca de una pala. Mientras esperaban el Sargento comenzó a morder ansiosamente sus uñas.

- ¡Es que tarda demasiado! ¡Yo soy un artista! Por la Virgen María, yo no puedo esperar más. Ramirez pongase MANOS A LA OBRA, si entiende lo que digo...-
- ¿Realmente debo tomar eso con las manos?-
- Pues claro... es una orden. ¡Además la mierda se lava!-

Ramirez hacía tiempo para ver si volvía Gonzalez. Parecía como hecho a propósito. El Sargento se impacientaba cada vez más.

- !VAMOS! ¡Que ya he perdido la paciencia! Ponga inmediatamente los brazos en ese balde.

Ramirez obedeció, poniendo primero el dedo índice como quien prueba el agua antes de zambullirse y luego metiendo el brazo entero. Contuvo sus ganas de vomitar y sacó un gran montón de heces que colocó prolijamente sobre la cara de uno de los muertos.

- ¡CON RABÍA, CON FURIA!- gritaba el sargento. Alentado por su superior Ramirez terminó el trabajito al cabo de 15 minutos, el tiempo justo para que Gonzalez volviera con la pala y encontrase a Ramirez empapado en mierda. No pudo evitar soltar una risotada.

- Ahora estamos listo para llamar al Coronel. Gonzalez, marque ese teléfono. -

El coronel apareció inmediatamente y no pudo menos que contemplar maravillado la obra del sargento. Con los ojos bien abiertos, escupió una felicitación.

Sesion 5


Sesión 5. El león en invierno (The lion in Winter, 1968) y La leona de Castilla (1951).

En esta sesión de leones propongo el clásico de Anthony Harvey El león en invierno, ganadora de 3 Oscar y, sin lugar a dudas, una de las mejores interpretaciones de Katharine Hepburn. Tampoco hay felino en la película, lógicamente. Solo en el título.

La leona de Castilla (1951) es una interesantísima película de Juan de Orduña editada recientemente en DVD y protagonizada por Amparo Rivelles. Trata sobre la historia de María de Pacheco, mujer de Juan de Padilla (el comunero) y vengadora de su muerte. El guión es, una vez más, de Vicente Escrivá. Muy recomendable.

Con esto damos por terminado nuestro ciclo dedicado a los felinos. Y no, no me he olvidado de Las mujeres gato de la luna (Cat-women of the moon, 1953). Pero como se puso tan de moda entre el círculo indie/geek años atrás, supongo que la tendrán más que visionada. Para quién no la haya visto, seguro que después de esto estarán deseando:

Tigre


Como esta doble sesión será rapidita por el escaso metraje de las películas, pueden completar la velada con cualquiera de las cintas de la serie de La pantera rosa en homenaje al recientemente fallecido Blake Edwards.
Sesión 4. Tigre y dragón (Rouching tiger, hidden dragon, 2000) y El tigre de Chamberí (1958).
En esta sesión de tigres visionaremos dos películas bien distintas. La primera de ellas es la, a mi juicio, sobrevalorada Tigre y dragón. Y es que a mí Ang Lee, qué quieren que les diga, me resulta un director bastante soporífero. Pero seguidores tiene que lo defienden a ultranza.
Si nos aburre lo de Tigre y dragón podemos pasar la mitad de sus dos horas de metraje con el rewind para adelante y meter en el reproductor de DVD otra de esas películas que nos habrán regalado con un periódico ultraconservador algún fin de semana no muy lejano: El tigre de Chamberí(1958). En este caso hay que puntualizar que no sale felino alguno en la película, sino que el título se refiere al apodo con el que es conocido Tony Leblanc en su profesión como boxeador. La película tiene guión de Vicente Escrivá y fue un auténtico éxito de taquilla en su época.